Invenciones: Patentes y modelos de utilidad
Patentes
Una patente es un título otorgado a un inventor por un Estado, por un período de tiempo limitado, el que reconoce el derecho exclusivo de su titular sobre una invención, esto es un producto o proceso que brinda una nueva manera de hacer algo o una nueva solución técnica a un problema. En contrapartida a la obtención del derecho exclusivo, el inventor tiene la obligación de dar a conocer al público la invención patentada, de esta forma la sociedad puede beneficiarse de los nuevos conocimientos y también puede servir para fomentar el desarrollo tecnológico.
Sea cual sea el objeto de la patente debe cumplir los llamados tres requisitos de patentabilidad:
- Novedad: no debe ser conocido en el Estado de la Técnica anterior
- Actividad Inventiva: no debe ser obvio para un experto en la materia, tiene que suponer un avance para la técnica
- Aplicación Industrial: debe tener utilidad práctica
Asimismo, la invención deberá cumplir con los requisitos de lo que se considera “materia patentable” en base a la normativa del país donde se realice la solicitud.
El titular de la patente, respecto del producto o procedimiento patentado, tiene el derecho de excluir a terceros de la fabricación, utilización, distribución, venta o introducción en el comercio sin la autorización de su legítimo titular. Estos derechos exclusivos no son absolutos y existen razones de interés general como asuntos de seguridad, sanidad y/o evitar prácticas anticompetitivas, que pueden avalar la explotación de una invención patentada sin la autorización de su titular. Esto siempre que esté sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones establecidas legalmente, las cuales siempre incluirán el pago de una compensación económica para el titular de la patente.
Asimismo, el titular tiene la facultad para explotar económicamente la innovación otorgando una autorización o licencia a terceros para que utilicen la invención a cambio de un precio y en base a las condiciones convenidas.
La duración de la patente suele ser de 20 años a contar desde la fecha de presentación de la solicitud. Para mantenerla en vigor es preciso pagar tasas anuales a partir de su concesión.
Una patente constituye un activo intangible para su titular y un bien que le otorga un valor añadido, distintividad, reputación y herramienta clave a la hora de internacionalizar y globalizar sus servicios.
Modelos de utilidad
El Modelo de Utilidad protege invenciones con menor rango inventivo que las protegidas por Patentes, consistentes, por ejemplo, en dar a un objeto una configuración o estructura de la que se derive alguna utilidad o ventaja práctica. Los Modelos de Utilidad, en algunos países también se denominan “patentes de innovación”, “innovaciones de utilidad” o “patentes de corto plazo”,
El dispositivo, instrumento o herramienta protegible por el Modelo de Utilidad se caracteriza por su "utilidad" y "practicidad" y no por su "estética" como ocurre en el diseño industrial.
El alcance de la protección de un Modelo de Utilidad es similar al conferido por la Patente.
La duración del Modelo de Utilidad es entre 7 y 10 años desde la presentación de la solicitud dependiendo de los países, con la posibilidad, en algunos casos, de obtener renovación por 5 años adicionales.
Para el mantenimiento del derecho es preciso el pago de tasas anuales.