Propiedad Industrial

La Propiedad Industrial es un conjunto de derechos exclusivos que protegen, tanto la actividad innovadora materializada en nuevos productos, nuevos procedimientos o nuevos diseños, como la actividad mercantil, mediante la identificación en exclusiva de productos y servicios ofrecidos en el mercado.

Estos derechos exclusivos son bienes inmateriales que forman parte de los “activos intangibles” que dispone el empresario para competir en mejores condiciones en el mercado pudiendo licenciarlos, cederlos, hipotecarlos, venderlos etc.; estimular la innovación; agregar valor, tanto a la empresa como a los productos y servicios comercializados; evitar la copia, falsificación, uso o apropiación indebida de estos activos intangibles por parte de terceros; y generar ingresos económicos por medio de su explotación comercial en exclusiva.

La Propiedad Industrial está integrada por distintas modalidades: patentes, que protegen innovaciones de producto o proceso que brindan una nueva solución técnica a un problema técnico; modelos de utilidad, que hacen referencia a la protección de pequeñas mejoras funcionales en artículos o productos; diseños industriales, protegen las la forma estética u ornamental, tridimensional o bidimensional de un artículo o producto determinado; y signos distintivos que permitan identificar la procedencia empresarial de los productos o servicios, distinguiéndolos de los de la competencia, por medio de las marcas, o bien identificar la propia empresa dentro de su sector de actividad por medio del nombre comercial. Asimismo, como signo que proporciona información para distinguir unos productos o servicios de otros, se debe tener presente las indicaciones geográficas y denominaciones de origen.